Ubicado estratégicamente en la confluencia del legendario Paseo de Gracia con la Avd. Diagonal, el recién estrenado Atelier de José María Peiró nos traslada a los antiguos ateliers de los años 50. Modelos, maniquíes, infinidad de telas naturales, retales, tijeras y mucho arte confluyen en el taller nupcial de este flamante diseñador, que regresa a la producción propia por la puerta grande.

Después de seis años alejado de la producción, que no del oficio, el diseñador catalán nos sorprende con una colección 2012 propia que limita con lo artesanal. Defensor por excelencia de la naturalidad exclusiva, Peiró aboga para la próxima temporada por una novia renovada y moderna, bucólica y sencilla además de elegante y singular.

Tres son las líneas que forman su colección HAPPY, más sofisticada y divertida; NATURE, con acertados matices rústicos y VINTAGE, de fuerte inspiración Art Deco, años 20. Todas ellas siguen, sin embargo, una misma línea de inspiración, manteniendo la creación artesanal y personalizada como denominador común.

Sus nuevas creaciones evocan idílicos parajes de nuestra geografía: playas ibicencas, pazos gallegos, bellas masías del Ampurdán… Entre sus materiales, todos naturales y de origen europeo, destacan linos, tules de seda enriquecidos con macramés italianos y delicados chantillís bordados en hilo de algodón, confeccionados en Caleix con telares del s.XIX.

En definitiva, tejidos naturales de elegante movimiento con una gama cromática tomada de materiales de la tierra: blanco roto, marfil y champagne.

Predominan en cada modelo las líneas evase que favorecen la caída de cada tejido y hacen más visible la silueta femenina. Los volúmenes cobran importancia a través de la superposición de materiales. La horizontalidad se consigue con cortes bajo la cintura que favorecen el movimiento. Se acentúan además los escotes adornados con puntillas, bordados y macramés en plata envejecida.

Peiró, que cuida al máximo cada detalle, no se olvida de un aspecto tan fundamental como la comodidad.“Además de estar radiante, la novia debe sentirse cómoda en cada momento de la boda, durante la ceremonia y también después. La comodidad no está reñida con la elegancia y en ocasiones aporta originalidad y personalidad", asegura el diseñador catalán. Por este motivo, la mayor parte de sus creaciones son desmontables, ofreciendo la posibilidad cambiar de un vestido largo a otro corto, pasando de un traje nupcial a una pieza cóctel.

Los complementos, diseñados íntegramente por el propio Peiró, añaden el toque de frescura y modernidad que Peiró busca en cada novia. Divertidos manguitos bordados a mano, velos que se convierten en elegantes capas de tul, bucólicas diademas y alpargatas de lino con cuña de esparto completan una colección digna de una gran firma nupcial.